Mari


Mi flor preferida.



Tela oriental

Ella era así,
sutil,
etérea,
delicada,
como una tela oriental.








Flor

Aquella flor tenía algo especial,
de entre todas las flores
era la que prefería la mariposa.

Iguana

En el vacío más profundo,
de su mente insondable,
donde el tiempo no existe,
donde la nada lo es todo,
donde la luz no llega,
habitaba el miedo,
siempre acechando,
agazapado,
escondido,
depredador de sueños,
devorador de esperanzas,
señor de la locura,
mirándole fijamente,
desafiando su cordura.

Durmiendo

Su cuerpo,
inmóvil,
yacía inerte
prisionero del sueño,
pero sus pensamientos,
ligeros,
liberados de la realidad,
como nubes que van y vienen,
bagaban por el mundo de la fantasía.

Paciencia



El tiempo es la sustancia de la vida,
toda reacción química,
toda relación humana,
todo cambio,
necesita su tiempo.
El tiempo propicia el cambio,
el cambio lleva a la madurez,
la madurez lleva a la sabiduría,
la sabiduría lleva a la paciencia,
la paciencia es comprender el significado del tiempo.

Tapiz

La oscuridad era su cómplice,
el silencio su confidente,
las sábanas su refugio,
...





Día de sol

La belleza está en los ojos del que mira.

Negativo


Según la filosofía Zen

"Una obra de arte

es un accidente improbable

que le ocurre al artista

de vez en cuando"








Garza




Los sentidos se habían agudizado
hasta la distorsión,
Los colores saturados y extraños,
las formas indecisas y amenazadoras.
La pócima que había bebido
de manos del Chamán
le hacía ver visiones.
Donde sólo había una garza
un lago,
una luna,...
ahora veía un monstruo,
una ciénaga,
un planeta,...
desconocidos para el.

Amantes

La pasión de su amor,
arrebatándoles de la realidad,
les transportaba
a un mundo mágico,
donde las formas se difuminaban,
y los sentimientos
eran la única realidad.

Religión

En la noche de los tiempos,
indefenso,
a merced de los caprichos de la naturaleza,
buscó refugio en la religión.

Pez

Entre ramas,
peligrosas como espinas,
a la deriva,
dejándose llevar por el torrente de la vida,
con precaución pero sin miedo,
sin ansia,
sin zozobro,
sin prisa,
hacia el incierto destino.

Caballo

Se creía libre porque veía el cielo,
podía correr por los prados,
tenía un amigo que le cuidaba.
Pero nada más lejos de la realidad,
confundía a su amigo con su amo,
y a la libertad con la comodidad.

Sea

Levantó la mirada y se vió
surcando peligrosos mares,
extraños,
oscuros,
de cielos fantasmales,
con monstruos de mirada turbia,
sin saber ni cómo ni porqué ni desde cuándo.